Editorial

El complejo monumental de Masencio, una de las áreas arqueológicas más sugerentes de la campiña romana, se erigió entre la milla II y III de la vía Appia Antica y está formado por tres edificios principales: el palacio, el circo y un mausoleo dinástico, proyectados en una indivisible unidad arquitectónica para loar al emperador Masencio, el desafortunado adversario de Constantino el Grande en la batalla de Puente Milvio en el año 312 d.C.

 El esquema del circo anexo al palacio imperial, ya conocido en otras residencias tetrárquicas, se halla en esta ocasión enriquecido -al igual que en el palacio de Galerio en Salónica-, por la presencia de un mausoleo dinástico, más conocido como Tumba de Rómulo, que se convierte en el núcleo central de todo el complejo.
 Los tres edificios se erigieron adaptándose muy sabiamente a la orografía natural del suelo para evitar al máximo tareas de excavación y de rellenado y para aprovechar sus características. De esa forma, el palacio se edificó sobre los restos de las construcciones precedentes y el circo, con orientación oeste-este, en la ladera que, desde la vía Apia Antigua, asciende gradualmente hacia la actual vía Appia Pignatelli. Ciertos indicios permiten suponer que el área ya formaba parte del Triopio de Herodes Ático y que quizá quedó englobada, como sucedió con otras zonas del suburbio imperial. Con la derrota de Masencio y la sucesiva promulgación de la paz religiosa es muy posible que las construcciones masencianas por parte de Constantino pasaran a la Iglesia de Roma y, por lo tanto, al menos a partir del siglo VI formaran parte del Patrimonium Appiae.
 Durante siglos la información sobre el área resultó lagunosa y los monumentos se fueron subdividiendo entre diversos propietarios. En el siglo XIX, el área del circo y, más tarde, la del mausoleo fue adquirida por los Torlonia, duques de Bracciano, y se anexonaron a la propiedad de Caffarella.